jueves, 20 de marzo de 2008

¿QUÉ ACTITUD Y PRECAUCIONES HAN DE TENER LOS PADRES Y MADRES CON EL USO QUE SUS HIJOS E HIJAS HACEN DE INTERNET?

Las nuevas tecnologías son un recurso muy importante para obtener información y comunicarse, pero un mal uso de las mismas entraña riesgos considerables. Es por esto último, que los padres y madres tienen que aprender a usarlas y ayudar a sus hijos e hijas a emplearlas sin riesgo. El ordenador, el móvil o los videojuegos no son medios para tener entretenidos a los menores en la casa y así tener mayor tranquilidad. Si no controlamos su uso pueden servir también para perder el tiempo, para suspender en los estudios, para ponerse en contacto con información dañina o con personas peligrosas para su seguridad.

¿Qué pueden hacer los padres y madres ante esto? En primer lugar, no culpar a la tecnología, que es algo bueno, pero que puede ser mal usado. Por consiguiente, la solución no estaría en prohibir el acceso a Internet de Los hijos e hijas. La solución pasa por EDUCAR en su uso y eso significa:
- Establecer límites necesarios para el adecuado uso de las nuevas tecnologías.
- Proporcionarles criterios para que puedan interpretar los contenidos de Internet y formar su conciencia moral para que aprendan a distinguir entre lo bueno y lo malo.
- En definitiva, favorecer un uso positivo de estas tecnologías.

Riesgos y beneficios de internet
Los riesgos que tiene el uso de Internet para los jóvenes son:
- Se puede perder el tiempo y bajar el rendimiento escolar.
- Perder horas de sueño.
- Acceder a contenidos inadecuados o dañinos para su edad: pornografía o violencia.
- Participación en chats o foros que pueden ser peligrosos.
- Empobrecimiento del lenguaje.
- Causar caos mental al no poder asimilar la información disponible y carecer de criterios morales para distinguir lo bueno de lo malo.
Los beneficios que tiene el uso de Internet son:
- Acceso a información valiosa para la realización de un trabajo de clase o ampliar los contenidos de las materias.- Puede, con ayuda, desarrollar el espíritu crítico, el razonamiento y la búsqueda de información, las aficiones, otras formas de comunicación, etc.

La solución no está en prohibir el acceso a Internet, sino en educar en su uso responsable. No prohibir, pero sí vigilar. Controlar el tiempo y los contenidos.

Algunos datos sobre el uso de internet por los jóvenes
Según un estudio de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción:

- El 63% de los jóvenes entre 15 y 25 años tiene ordenador y el 42% accede a internet.
- El 43% de los adolescentes y el 17% de los niños están más de dos horas al día delante de una pantalla.
- Los jóvenes usan el ordenador para chatear con los amigos y conocidos; visitar páginas Web de contenidos musicales; y conseguir documentación para los estudios o el trabajo.
- Según otros estudios: el 28% de los menores visita páginas de adultos; el 38% visita páginas con contenidos violentos; el 30% ha facilitado alguna vez su número de teléfono; el 15% ha concertado alguna cita por Internet.
- Algunas prácticas de riesgo en el uso de las nuevas tecnologías son: Acceder a páginas con contenidos pornográficos o violentos; uso de internet para colgar grabaciones de teléfonos móviles o cámaras digitales con hechos violentos o que violan la intimidad de las personas; reducir las relaciones sociales y favorecer el aislamiento; se hace menos ejercicio físico y se tienen más problemas de salud.


Síntomas para reconocer el abuso de internet
En los últimos años se está hablando de la adicción a internet como un problema de salud mental al igual que otras adicciones. Por ello, es importante que los padres y madres tengan pistas para distinguir con claridad el uso del abuso de internet. Así, cuando alguien está “enganchado/a a Internet” se puede:
- Perder la noción del tiempo cuando se está conectado.
- Desatender las obligaciones del estudio o del trabajo.
- Sentirse tenso antes de conectarse y aliviado al hacerlo.
- Aislarse de lo que le rodea y de las amistades.
- Presentar episodios de ansiedad y de depresión. Cambiar con frecuencia de estado de ánimo.
- Resistencia a dejar el ordenador. Sentimiento de culpabilidad por el tiempo dedicado a Internet.


Decálogo para el buen uso de internet en la familia

1. No colocar el ordenador en la habitación de su hijo/hija. Situarlo en un lugar de uso compartido que facilite la supervisión y evite el aislamiento.
2. Establecer un horario de uso del ordenador. Se recomienda que para el ocio se destinen los fines de semana.
3. Limitar el tiempo que están conectados, no más de 1 hora chateando ni más de 2 horas navegando. Evitar su uso más allá de las 22 ó 24 horas. Reducir su uso durante el periodo de estudio para evitar distracciones.
4. Durante el periodo de estudio hay que evitar que el ordenador esté encendido. No dejar conectado el Messenger o chat mientras se estudia pues impide la concentración.
5. Emplear tiempo con ellos/ellas navegando por internet, enseñándoles páginas interesantes y a planificar el uso de Internet.
6. Aconsejarles que cuando se encuentre con un contenido que le incomode, violente o le haga sentir mal se lo comunique. Esto permitirá dialogar con ellos/ellas y ayudándoles a formar su conciencia moral.
7. Si no controla el uso que su hijo/hija hace de internet recurra a herramientas de control, como bloquear el acceso a contenidos peligrosos o consultar el historial de páginas visitadas por su hijo/hija.
8. No prohibir, pero sí vigilar. Controlar el tiempo y los contenidos.
9. La formación integral de su hijo/hija requiere un equilibrio entre el tiempo dedicado a la lectura, la televisión, el móvil, internet, hacer deporte, estar con los amigos y estudiar.
10. Reserve momentos tranquilos para facilitar la comunicación entre los miembros de la familia: comer y cenar juntos sin televisión, sin prisas.

domingo, 9 de marzo de 2008

¿QUÉ HAN DE SABER LAS MADRES Y PADRES SOBRE LOS VIDEOJUEGOS QUE USAN SUS HIJOS E HIJAS?

Los videojuegos se han convertido en los últimos años en una de las formas más extendidas de entretenimiento. Sólo en España existen casi 9 millones de jugadores que generan un negocio cercano a los 900 millones de euros anuales. Dadas sus características de innovación tecnológica y de interactividad atraen enormemente a niños y jóvenes. Estos videojuegos pueden implementarse tanto en videoconsolas construidas al efecto como por medio de los ordenadores personales y el juego puede llevarse a cabo por uno o más jugadores, aislados o juntos físicamente o bien conectados vía Internet. La oferta es enormemente amplia existiendo juegos de todo tipo, algunos de ellos con indudable utilidad educativa; pero desgraciadamente, son mayoría aquellos de bajo nivel en valores, destacando especialmente los que emplean la violencia como tema central de la competición. Su uso, en principio, puede ser muy gratificante y potenciador de habilidades y conocimientos, pero también puede generar efectos negativos, usos abusivos y dependencia si su utilización no es adecuada o sus contenidos no se ajustan a lo recomendable para cada edad y nivel formativo.
Hay que tener en cuenta que la dinámica interactiva de los videojuegos puede provocar que el menor deba tomar decisiones y ejecutar acciones, y ello supone en muchos casos resolver dilemas morales, realizar actos violentos, competir y vencer, etc. Por todo ello, es muy recomendable que padres y educadores presten la necesaria atención a esta nueva forma de ocio y se formen convenientemente al respecto para poder dar respuesta adecuada al nuevo reto educativo que suponen los videojuegos.

REGLAS BÁSICAS PARA EL USO DE LOS VIDEOJUEGOS
- Esfuércese por conocer el mundo de los videojuegos. Esto le ayudará a comprender mejor sus factores de atracción, a valorar sus aspectos positivos, a mantener criterios adecuados para su selección y a conseguir una mejor comunicación con sus hijos.

- Adopte criterios responsables e informados sobre el uso correcto de videoconsolas y videojuegos, limitación de tiempo, posturas correctas, distancia a la pantalla, alternancia con otros tipos de ocio más activos, etc.
- Favorezca el uso compartido y en común de los videojuegos, que no tienen por qué ser siempre una actividad en solitario.
- Antes de adquirir o autorizar a sus hijos el uso de un videojuego infórmese sobre su contenido, escenas que incluye, valores que transmite, etc. Para ello es muy útil que lleven la clasificación PEGI (Pan European Game Information, ver página web de ADESE) que nos informa de todo ello.
- No renuncie a sus obligaciones como comprobador adulto: use previamente el videojuego que va a poner en manos de su hijo o hija. Recuerde: el ejemplo es la mejor herramienta educativa.

sábado, 1 de marzo de 2008

¿Es buena o mala la televisión para los adolescentes?

Probablemente no exista en España un solo hogar sin, al menos, un televisor. Este medio de comunicación se ha convertido con mucho en el de mayor poder e influencia de todos los que existen. La unión de la imagen y el sonido, la posibilidad de contemplar los acontecimientos en tiempo real, la capacidad de conocer realidades remotas, su capacidad para generar emotividad y otras muchas características que distinguen al medio televisivo, la convierten en el medio de comunicación de masas por excelencia, en tanto en cuanto, es, además, el de mayor difusión, al no necesitar ninguna preparación previa para su consumo.

Ahí, precisamente, es donde reside el mayor peligro potencial de la televisión, en su calidad de poderoso medio, capaz de llegar a mucha gente en muchos lugares, empleando técnicas que le permiten acceder a la emotividad de los receptores. La televisión, por tanto, es un importantísimo instrumento de poder al servicio de una u otra función social, en función de uno u otro mensaje, de ahí que su influencia en la juventud deba ser tenida muy en cuenta. Observando la mayoría de los programas de televisión, podemos concluir que la televisión presenta una mayor parte de su programación de baja calidad educativa e, incluso, ciertos riesgos para los jóvenes.
No obstante, las mismas características que otorgan una potencial peligrosidad a la televisión pueden hacer de ésta una buena herramienta formativa si padres y educadores toman las medidas necesarias para ello. A continuación se ofrecen unos consejos que pretenden hacernos reflexionar sobre las actuaciones que las familias pueden llevar a cabo para eliminar los efectos nocivos que la televisión pueda tener sobre sus hijos y, al mismo tiempo, aprovechar a este medio como instrumento al servicio de la mejor educación de los jóvenes.
DECÁLOGO PARA UN USO EDUCATIVO DE LA TELEVISIÓN
1. Evite que los niños tengan un televisor en su habitación.
La presencia de adultos permite a éstos saber qué ven en cada momento y a las niñas y niños hacer las preguntas que les pasen por la mente. Se puede estar en la misma habitación realizando otras tareas o simplemente compartiendo el programa con ellos.

2. Póngase de acuerdo sobre el tiempo que se va a dedicar cada día a la TV.
Poner una "norma de familia" que todos respetan ayuda a alcanzar una cierta independencia.

3. Evite que la televisión esté encendida durante las comidas.
Sentarse en familia para comer es un momento de encuentro, de diálogo, de intercambio de las propias actividades.

4. No les castigue a no ver la TV.
El niño podría pensar y convencerse de que se trata del mejor y más importante pasatiempo y placer al que puede acceder.

5. Desaconseje el uso del mando a distancia.
Con la búsqueda obsesiva del mejor programa, el niño se habitúa a una visión recortada y no ejercita su capacidad de concentración, además puede generar conflicto con otros miembros de la familia.
6. Evite que los niños hagan las tareas con la televisión.
La TV es una fuente de estímulos audiovisuales y auditivos que exige esfuerzo mental. La televisión no permite un esfuerzo paralelo de aprendizaje.

7. Utilice los programas televisivos que ven los niños para estimular actividades que despierten en ellos la participación, la creatividad…
Sólo de este modo la TV podrá convertirse en un instrumento para aprender. Además contribuirá a crear una continuidad entre el mundo de la televisión y la vida real.

8. Enseñe a los jóvenes a seleccionar sus programas de TV.
Es necesario ir educando a los niños en distinguir los mensajes y valores que transmite cada programa, para que poco a poco sepan elegir autónomamente.

9. Infórmese y esté al tanto de los contenidos de los programas de T.V. más populares.
Debemos conocerlos para saber qué está al alcance de nuestros hijos. No debemos fiarnos del horario de emisión pues muchas cadenas lo tienen poco en cuenta.

10. Dé buen ejemplo.
Este es el consejo más importante que alguien le puede dar. Los niños comprenderán la importancia de la televisión según el lugar que ocupa en la vida de los adultos.
(Los contenidos de esta entrada los pueden bajar del apartado dedicado a "Cuadernillos de Educación Familiar" que están en la parte de enlaces de este blog).